Por qué la Smart City es el futuro

Smart city el futuro es uno de los lemas más de moda, pero ¿sabes por qué? Te contamos todas las claves al respecto de las ciudades inteligentes.

¿Qué convierte a una ciudad en inteligente?

Todo aquello que le permite pensar de forma autónoma para ofrecerles a los ciudadanos un amplio abanico de recursos. Entre otros aspectos se potencia:

  • La conectividad. Al internet de las cosas se le añaden el wifi y la fibra óptica. La instalación de dispositivos por las calles permite obtener una métrica concreta del comportamiento de los ciudadanos y de sus necesidades.
  • Una red de transporte de gran adaptabilidad. En lugar de implantar un modelo fijo, se apuesta por la flexibilidad y por conseguir que aumente la oferta en los picos de demanda.
  • La sostenibilidad. Está enfocada tanto en el mejor aprovechamiento de los recursos naturales como en la reducción de emisiones contaminantes al facilitar espacios para aparcar.
  • Los edificios inteligentes que se centran en funcionar con energías naturales y racionalizan el consumo de energía.
  • Una gestión más fiable de todos los servicios disponibles. Cualquier proceso queda grabado para que sea susceptible de mejora en el futuro.

¿Por qué se decide apostar por el modelo de ciudad inteligente?

Cuando surgieron los primeros proyectos el denominador común era crear ciudades en las que las TIC permitieran:

  • Afrontar un desarrollo urbanístico mucho más respetuoso con el medioambiente.
  • Aprovechar la eficacia de los recursos. Especialmente, la energía natural a través de instalaciones concretas destinadas a preservar la calidad del aire.
  • Convertir a los ciudadanos en partícipes de las decisiones relativas al futuro de su ciudad. Será tu propio comportamiento el que marque la línea a seguir para los que gestionan los servicios ofrecidos.
  • Vivir en un espacio más acorde al desarrollo de la tecnología y a las tendencias más actuales como la sostenibilidad o la inteligencia artificial.

Para confirmar la viabilidad de este modelo, hay una serie de metas que deben alcanzarse progresivamente.

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¿Cuáles son los objetivos de una smart city?

El principal es lograr que cada ciudadano tenga acceso a recursos como la luz, el agua, la seguridad, la calidad de aire y otros aspectos. Todo lo anterior se consigue gracias al internet de las cosas para prever cualquier tipo de incidencia con el tiempo suficiente para evitarla.

Como te hemos comentado, el seguimiento de la métrica de cada proceso es imprescindible para conocer la tendencia general y para decidir al respecto. No es posible olvidar que la ciudad en la que vivimos también cambia cada día. Por ello, el estudio de los datos que genera es imprescindible para saber cómo emplean los ciudadanos los recursos a su alcance.

Es imprescindible subrayar que una ciudad inteligente también se adapta a los turistas, a las personas con problemas de movilidad y a los que quieren abrir un negocio. El objetivo es que todos los que quieran moldear la ciudad puedan hacerlo sin problemas.

Suele decirse, y es totalmente cierto, que una ciudad inteligente nunca está totalmente terminada. La meta final es no obviar este importante detalle: una ciudad viva necesita una gestión que evolucione y crezca con ella. La opción de poder controlar todo lo que sucede en una urbe desde un dispositivo con acceso a internet permite actuar de inmediato e ir modificando el acceso a los servicios dependiendo de las necesidades concretas de su ciudadanía.

Se espera que en 2050 más del 70 % de las ciudades del mundo sean inteligentes. Hasta llegar a este punto, irás apreciando algunos cambios y, sobre todo, cómo Smart city y futuro irán dejando de ser un binomio soñado para convertirse en una realidad.