El riesgo de contagio de Covid-19 en ambientes interiores es superior al riesgo en el exterior. Por tanto, aunque las actividades en el exterior en la situación en la que nos encontramos hoy en día son siempre preferibles, hay que ser precavidos para aquellas que ejecutamos en el interior de edificios, aulas etc.
En ambientes interiores, las partículas en suspensión también llamadas aerosoles, susceptibles de contener virus, quedan atrapadas con gran facilidad. La exposición a este aire puede resultar en contagios dado que acabamos respirando el aire que exhalan el resto de personas que se encuentran en la habitación.
Por tanto, la reducción del riesgo de contagio se consigue ejerciendo una práctica de ventilación activa.
¿Por qué hay que medir la concentración de CO2 en espacios cerrados?
Los últimos estudios y estadísticas, nos dicen que pasamos aproximadamente el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados. Teniendo en cuenta que la concentración de contaminantes en espacios cerrados suele ser entre 2 y 5 veces mayor que la de espacios abiertos.
La propagación del CO2 en un espacio, se asimila al efecto que tendría (pero de forma invisible e inolora), estar fumando en una habitación. Cuanto más tiempo permanezcamos en un espacio, la concentración de CO2 de este espacio se irá incrementando. Y no solo eso, sino que con ello la concentración de aerosoles de dicho espacio.
Utilizamos pues los sensores de CO2, no para conocer la carga vírica del ambiente de forma directa, sino para conocer algo que está directamente correlacionado que es la propia “frescura” de dicho aire que respiramos.
¿Cuales son las formas de medir como de bien o mal está ventilado un espacio?
Índice AQI
En el exterior, las concentraciones de CO2 son de aproximadamente 400-450 ppm (partes por millón)1, aunque pueden variar en entornos urbanos o rurales.
Se establece que para garantizar una correcta ventilación los niveles de CO2 no deberían superar el umbral de 600-800 ppm. Cuando se superan las 1000 ppm (partes por millón) se debe ventilar hasta reducir la concentración a un mínimo de 600 ppm.
Hay que recordar que estas concentraciones de CO2 están muy lejos de ser directamente perjudiciales para la respiración humana y solo deben interpretarse como indicador para la necesidad de ventilación.
Índice ACH
La renovación del aire puede denominarse por sus siglas en ingles ACH (Air Changes per Hour). Si un espacio tiene 1 ACH (1 renovación de aire por hora) significa que en una hora entra en la sala un volumen de aire exterior igual al volumen de la sala y, debido a la mezcla continua del aire, esto resulta en que el 63% del aire interior ha sido reemplazado por aire exterior.
Con 2 renovaciones se reemplaza el 86% y con 3 renovaciones el 95%. La ventilación necesaria para reducir el riesgo de contagio depende del volumen de la sala, el número y la edad de los ocupantes, la actividad realizada, la incidencia de casos en la región y el riesgo que se quiera asumir. La guía de Harvard recomienda 5-6 renovaciones de aire (ventilación) para aulas de 100m2, con estudiantes de 5-8 años y establece la siguiente clasificación:
¿Cuántos sensores hay que instalar por metro cuadrado?
Para hacernos una idea, en 4m2 ocupados por una única persona, la concentración de CO2 pasa en tan solo 45 minutos de 400 ppm (qué es la concentración de CO2 en el exterior), a 1000 ppm. Además de otros muchos sintomas de una mala calidad del aire como dolor de cabeza, o somnolencia, a estos niveles de concentración mas del 1% del aire que estamos respirando a pasado previamente por los pulmones o nuestros, o de alguna del resto de personas que nos acompañan en la sala.
No existe un consenso para determinar cuántos medidores se necesitan para cada cuantos m2. Pero si que existe consenso respecto a la utilización de uno de estos dispositivos para cada espacio destinado a un uso específico. Es decir, un dispositivo por habitación, por aula etc. Asimismo, para espacios de mayores dimensiones en los que el aire fluye libremente, como comedores o restaurantes, no sería necesario más de un dispositivo por cada 10.000m2.
Como lo lees, no es tan importante el tamaño del espacio, sino el hecho de que haya uno en cada espacio cerrado.
¿Dentro de estos espacios, dónde hay que poner los sensores?
Una vez que sepa la ubicación de los sensores, los espacios cerrados a medir (número de salas) y cuántos necesitará, el siguiente paso es determinar dónde montarlos.
Piensa que en el CO2 que fluye como el agua. El agua llenará una taza de abajo hacia arriba. Debido a que el gas CO2 es más pesado que el aire normal, primero fluirá por las escaleras o se acumulará en áreas bajas. Por esta razón, la unidad del sensor de CO2 debe montarse a no más de 45-60 cm sobre el suelo.
Fuentes:
https://www.co2meter.com/blogs/news/23850561-co2-safety-monitor-installation-tips
https://www.airtest.com/support/reference/note1.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Cambios_de_aire_por_hora
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