¿Cuántas veces has pasado en invierno por zonas mal iluminadas al anochecer o te has encontrado tu calle cortada por nieve? ¿Y los atascos por las lluvias? En el artículo de hoy explicamos la relación entre el invierno y tecnología Smart City, una dupla perfecta que ha llegado para quedarse.
Seguridad en las ciudades durante el invierno
Vivir en una ciudad inteligente tiene muchas ventajas. Una de ellas, sin duda, es la seguridad urbana. Tanto cámaras de vigilancia con sensores que controlan aforos, problemáticas y tráfico, como iluminación inteligente en zonas más conflictivas.
Este tipo de tecnologías son las que conforman una Smart City. Las cámaras tienen una función vital con los cuerpos de seguridad del estado y, en caso de altercado, se presentarían en un tiempo récord mediante previo aviso. Este tipo de soluciones tecnológicas, protege al ciudadano.
Otro de los dispositivos más expandidos son las vallas publicitarias. Aunque estamos muy acostumbradas a ellas, también conforman las soluciones inteligentes de las ciudades del futuro. Estos carteles informan de los niveles de CO2, del volumen de tráfico, de atascos, de accidentes y de carreteras cortadas por inclemencias del tiempo.
Otro de los sistemas de seguridad en municipios y ciudades son las aplicaciones gratuitas de satélite y GPS. Existen ya algunas en el mercado que te ofrecen rutas más cortas, sin rampas, sin bordillos, sin subir escaleras, etc. El mundo está cambiando y nosotros con él.
¿Todavía hay más? Intersecciones inteligentes que controlan el flujo del tráfico para mejorar la seguridad de viandantes y ciclistas. A través de la información de estos sensores, se pueden hacer cambios en señales de tráfico o semáforos para mejorar la calidad de vida y, en muchas ocasiones, reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Otro de los dispositivos que se está empezando a implementar en ciudades y pequeños municipios es la recogida de residuos monitorizada. Esto, sobre todo, afecta al ámbito de salud medioambiental. Se controla gracias a unos sensores que están en los contenedores que permiten saber el nivel de llenado de residuos. De este modo, se automatiza la recogida solamente cuando los contenedores estén hasta arriba, evitando el uso de camiones de recogida sin sentido.
Beneficios de vivir en una Smart City
Como ya has podido leer, el invierno y la tecnología Smart City son dos conceptos que están relacionados entre sí. Los beneficios de vivir en una ciudad inteligente son muchos, y algunos de ellos relacionados con la salud.
La implementación de zonas verdes y acciones que reducen las emisiones de CO2 dan al ciudadano un aire más limpio y, a la larga, están evitando enfermedades de tipo pulmonar.
La recogida de residuos inteligente hace que los camiones solamente acudan a los puntos de recogida cuando realmente sea necesario, evitando así el consumo de combustibles fósiles de los vehículos que son totalmente contaminantes.
En muchas ocasiones, los sistemas de alumbrado inteligente funcionan con instalaciones fotovoltaicas. ¿Esto qué quiere decir? Por una parte, los paneles solares crean energía limpia y el control de la luminosidad reduce la contaminación lumínica en las ciudades. Pero eso no es todo, porque también se suelen usar bombillas LED que reducen el gasto energético mucho más que una bombilla convencional.
El mayor beneficio de residir en una ciudad que tiene implementada tecnología IoT es la rapidez en la toma de decisiones. Esto pasa porque los datos recogidos de los dispositivos son instantáneos, por lo que las mejoras también lo son. Habitualmente las Smart City también tienen portales de transparencia donde el ciudadano sabe donde va destinado el dinero y a qué causa.
Ahora que ya sabes todo lo que implica vivir en una ciudad del futuro y la relación entre invierno y tecnología Smart City, ¿quieres saber más sobre el tema? Visita nuestra web y no te quedes con dudas.